Alimentar el espíritu a través de compartir. Dar tiempo, ilusión, palabras y fuerza no nos quita...nos aporta más a nosotros mismos: antes no tenía tiempo para nada, eso decía... y ahora tengo tiempo para todo y me gusta lo que hago y hago lo que me gusta. Incluso me gusta mi trabajo, me siento una privilegiada por tener el trabajo que tengo y valoro mucho cuando alguien que tiene un trabajo similar lo hace de buena gana y con una sonrisa. Por eso hay que alimentar también las relaciones, el buen trato y la educación, y saber agradecer el tiempo que nos dedican los demás.
Alimentos en Navidades, excesos para el cuerpo pero también es tiempo de relaciones, amistades, conversaciones que alimentan el alma.
Felicidad para tod@s.
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